/image%2F1195771%2F20140816%2Fob_8bf11a_books-toys-shelf-67634-640x360.jpg)
“Muchas personas no se permiten amar precisamente por este motivo; porque hay muchas cosas, mucho futuro y mucho pasado en juego. En tu caso existe únicamente el presente".
Paulo Coelho, famoso novelista, dramaturgo y letrista brasileño, es el responsable de tremenda novela. Si bien nunca ha sido uno de mis escritores favoritos, he de reconocer que con "Verónika decide morir" ha hecho que me replantee mi opinión acerca de él. En diversas ocasiones he tratado de leer "El aleph", sin éxito alguno. Pero prometo que lo volveré a intentar porque, si es la mitad de bueno que el libro sobre el que vamos a hablar, merecerá la pena.
El relato nos acerca a la vida de Verónika, una chica eslovaca de 24 años que no tiene problemas, pero que considera que no es feliz. Ha vivido todo lo que se puede vivir, sumiéndose en una rutina desesperanzadora. Ésta situación de descontento la lleva a decidir morir. Planea su muerte durante unas semanas, ingiriendo calmantes. Sin embargo, su intento de suicidio no termina como ella esperaba. Después de unos días, se despierta en el manicomio Villete, un hospital privado donde convivían enfermos mentales y otros que, después de haber superado su enfermedad, no se veían preparados para salir al mundo exterior.
Cuando sale del coma en el que había estado, su médico le informa de que sigue viva, pero no durante mucho tiempo. Era cuestión de días que falleciera ya que su corazón había sido dañado irreversiblemente. En cualquier momento podría fallecer por un fallo cardíaco. A partir de este momento, Verónika vivirá una serie de circunstancias que la harán ver la vida desde otro punto de vista. Encontrará enriquecedora su estancia en el hospital, hasta tal punto de empezar a amar la vida.
El libro toca temas que, en un principio, son considerados tabú. La locura es una enfermedad reservada a los villanos. El suicidio es una respuesta desesperaba a una situación que se escapa a nuestro alcance. Cuando mi familia me vio leyendo el libro no sabían muy bien que esperar. Pensaban que me animaría al suicidio o algo así. No obstante, en contra de lo que pudiese parecer, esta novela es un canto a la vida. A raíz de un intento de suicidio, Verónika será puesta en un ambiente diferente al que ella estaba acostumbrada. La sacan de la rutina en la que estaba envuelta, haciendo que empiece a sentir emociones que había vetado en su día a día. Verónika llega a la conclusión que recoge en la siguiente frase: "Los días eran iguales, porque yo así los quería". Entonces se produce el punto de inflexión y veremos como intenta disfrutar de sus últimos instantes de vida. El amor, la vergüenza, el anhelo por perseguir sueños que, hasta ese momento habían sido inalcanzable, la hacen desear poder vivir un día más. ¿No es eso lo que nos ocurre a nosotros muchas veces? Igual no llegamos a un intento de suicidio, pero en el fondo anhelamos y envidiamos a todos aquellos que son capaces de vivir libremente sin estar bajo los preceptos y normas sociales que nos hacen ser todos iguales.
En mi caso, había visto la adaptación cinematográfica, así que sabía más o menos lo que me iba a encontrar. Aún así, el libro me pareció mucho más enriquecedor. Nos muestra una parte de la locura que, en cierto modo, te hace desearla. No te la muestra como una enfermedad, sino como la liberación del ser humano; como un estado ideal en el que podemos ser y mostrar todo lo que somos y sentimos sin miedo al rechazo porque, si estamos locos nadie va a esperar nada diferente. "Mantente loco pero compórtate como una persona normal. Corre el riesgo a ser diferente, pero aprende a hacerlo sin llamar la atención".
Algo que, desde mi punto de vista, estuvo de más fue el "break" que hace en mitad de la narración para contar su experiencia personal en un psiquiátrico. No aportó nada a la historia, salvo el morbo de descubrir esta vivencia. No es sorprendente, al fin y al cabo todos los artistas, ya sean escritores, músicos o pintores, tienen un poco de locura, ¿no es así? Ahí tenemos a Van Gogh o Edgar Allan Poe, quien sufrió un trastorno mental de carácter no determinado que le provocaba miedo a la oscuridad, pérdidas de memoria, manía persecutoria y alucinaciones.
Volviendo al libro en cuestión, el punto negativo principal a destacar sería el que comenté. Por añadir algún otro más, se para mucho en la descripción de momentos innecesarios. Además, al estar narrado en tercera persona, no solo se mete en la piel de Verónika, sino también en la de Zedka, Eduard, Mari y el Doctor Igor. Por momentos se vuelve un tanto confuso. Con respecto a los positivos, la narración es fluida. Coelho tiene una forma tan especial de narrar que lo hace único e inimitable. Tiene una seña de identidad propia que no a todos les gusta.
Es un libro más bien corto, pero a mí me costó leerlo unos cuantos días. No sé si fue porque estaba ocupada o porque me pareció tan intenso que necesitaba un tiempo para asimilar todo lo que había leído. Aún así, lo recomiendo porque nos va a animar a salir de la rutina marcada y vivir cada uno de los días como si fuese el último.
Valoración: 4/5 estrellas.
Muchas gracias por leerme.
Un saludo, Tamookit@s :)
/http%3A%2F%2Fi.ytimg.com%2Fvi%2FEj6gP7snEko%2Fhqdefault.jpg)
/image%2F1195771%2F20150717%2Fob_5e9299_bc34d6-4b877c96737549abb79388d88015338.jpg)
/image%2F1195771%2F20150702%2Fob_aa357f_mattie-krall-01-iphone-m.jpg)
/http%3A%2F%2Fi.ytimg.com%2Fvi%2Fdhj2XSzrJ7I%2Fhqdefault.jpg)